La Quietud...
¿Cómo se alcanza?
Entre tanto ruido de batalla
Y entre tanto peleando en mi cabeza por salir
Si tan sólo me apetece relajarme hasta dormir
La quietud...
Tras el orgasmo...
del vivir.
Imagino por un momento como debe de sentir, el diente de león al soltar su polen al viento
Dejar marchar al por...venir
Lo pienso
Y deseo esa calma
Que se acalle mi cerebro y apague la luz al salir
Simplemente necesito
El silencio que la noche guarda para si
Lo que queda tras que alcance el equilibrio la última vibración que resuene de una gruesa cuerda al aire, de un contrabajo lacado desafinado en mi bemol, que alguien dejó abandonado en una oscura habitación de madera de caoba, en medio de un claro olvidado en las lindes de un bosque perdido, más allá de ningún mapa conocido donde no sé como aparecí.
Cuando muera, todo aquello que produce los sonidos de mi mente
Y la Quietud me represente
Y los latidos lentamente se distancien y silencien, y se pierdan en el tiempo hasta desaparecer.
Cuando el sonido se apague
Y los ritmos y las claves que marcan los segundos ya no definan mi mundo, si no que sea la Quietud.
Cuando ya nada me importe ni me importunen los hechos.
Cuando si sucede algo no me lata ya en el pecho.
Cuando me atraviesen y no me afecte ninguno de mis recuerdos.
Cuando me de igual si pierdo,
Y se haya apagado mi tiempo.
...
Entonces... la Quietud de la que hablo
Podrá comenzar a surgir.
Como la nada interminable que hubo antes de existir.
Sentir mi cuerpo sumergirse lentamente
En este colchón de silencio.
Que me estruje mi propio peso
Hundirme todo hasta aplanar.
Sentir la tierra que gira y como su hermosa gravedad, me atrapa y me quiere atraer a su centro para por fin descansar.
La Quietud de la que hablo
Es la que me haría Ganar
A todos estos pensamientos
Que me aturden y apabullan y no me dejan pensar
Que me confunden y condenan
Y despistan mi cabeza de lo que quiero lograr
Y lo que quiero lograr simplemente es que te vayas...
¡La quietud es que te mueras!
Desaparezcas de mi cabeza
Y me dejes por fin en paz!
La quietud es que se me borre tu cara de mi recuerdo
y que dejen todos los momentos de traerte de nuevo a mi
La quietud no es que yo muera...
Pero no se me ocurre manera
De poder alcanzarla sin llevarme a mi por medio
Porque te me has enraizado duro dentro de mi interior.
Y si deseo matarte
Y ganar este jaque mate
Y decirte al fin adiós.
Sólo puedo desenrocarme
Y para que te desvanezcas... matarme
Y desvanecerme también yo.
Entre tanto ruido de batalla
Y entre tanto peleando en mi cabeza por salir
Si tan sólo me apetece relajarme hasta dormir
La quietud...
Tras el orgasmo...
del vivir.
Imagino por un momento como debe de sentir, el diente de león al soltar su polen al viento
Dejar marchar al por...venir
Lo pienso
Y deseo esa calma
Que se acalle mi cerebro y apague la luz al salir
Simplemente necesito
El silencio que la noche guarda para si
Lo que queda tras que alcance el equilibrio la última vibración que resuene de una gruesa cuerda al aire, de un contrabajo lacado desafinado en mi bemol, que alguien dejó abandonado en una oscura habitación de madera de caoba, en medio de un claro olvidado en las lindes de un bosque perdido, más allá de ningún mapa conocido donde no sé como aparecí.
Cuando muera, todo aquello que produce los sonidos de mi mente
Y la Quietud me represente
Y los latidos lentamente se distancien y silencien, y se pierdan en el tiempo hasta desaparecer.
Cuando el sonido se apague
Y los ritmos y las claves que marcan los segundos ya no definan mi mundo, si no que sea la Quietud.
Cuando ya nada me importe ni me importunen los hechos.
Cuando si sucede algo no me lata ya en el pecho.
Cuando me atraviesen y no me afecte ninguno de mis recuerdos.
Cuando me de igual si pierdo,
Y se haya apagado mi tiempo.
...
Entonces... la Quietud de la que hablo
Podrá comenzar a surgir.
Como la nada interminable que hubo antes de existir.
Sentir mi cuerpo sumergirse lentamente
En este colchón de silencio.
Que me estruje mi propio peso
Hundirme todo hasta aplanar.
Sentir la tierra que gira y como su hermosa gravedad, me atrapa y me quiere atraer a su centro para por fin descansar.
La Quietud de la que hablo
Es la que me haría Ganar
A todos estos pensamientos
Que me aturden y apabullan y no me dejan pensar
Que me confunden y condenan
Y despistan mi cabeza de lo que quiero lograr
Y lo que quiero lograr simplemente es que te vayas...
¡La quietud es que te mueras!
Desaparezcas de mi cabeza
Y me dejes por fin en paz!
La quietud es que se me borre tu cara de mi recuerdo
y que dejen todos los momentos de traerte de nuevo a mi
La quietud no es que yo muera...
Pero no se me ocurre manera
De poder alcanzarla sin llevarme a mi por medio
Porque te me has enraizado duro dentro de mi interior.
Y si deseo matarte
Y ganar este jaque mate
Y decirte al fin adiós.
Sólo puedo desenrocarme
Y para que te desvanezcas... matarme
Y desvanecerme también yo.
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