La locura forma parte del ser humano
Tu,
Yo
Todos
La cosa es que todos pensamos que somos únicos
Y a la vez todos sabemos que formamos parte de la masa
Y odiamos a la masa
Odias la gente amas las personas
Te crees diferente (tu y todos)
Puede ser que creas que amas a la gente pero en el fondo te crees superior
Lo que te rodea lo percibes mucho mas fuerte
Porque tu percibes el mundo a traves de tus percepciones
No percibes el mundo desde fuera de ti
Por tanto
Todo lo que sientes
Toma un cariz de importancia con respecto a lo que acontece fuera
Se supone que parte de lo que hacen los monjes budistas tibetanos...etc...
Los ermitaños cristianos
Es buscarse dentro de si mismos sin tener en cuenta las percepciones
Pero en el fondo es una manera de entender el exterior
La cosa es que cuando encuentras algo diferente...
Algo..."loco"
Te ayuda a darte cuenta de que hay una parte de ti que no estas explorando
A mi me atraen las maneras nuevas las maneras diferentes de descubrir
cuando encuentro una manera de explorar esto que es la vida diferente a lo que conozco
Me emociona
Y me da aun más ganas de seguir aprendiendo
Vease creativamente
Cientificamente
Filosoficamente...
Pongamos que la vida es un laberinto
Y tu vives intentando salir (se trata de salir para comprender la vida)
Tienes tus herramientas
Cuando encuentras a otra persona que tiene otras herramientas diferentes a las que usas tu
Lo primero que sientes es miedo porque lo desconocido acojona
Luego
si tienes ganas de aprender quieres usar sus herramientas
Despues
Cuando has ido explorando las herramientas de otros
Empiezas a sentir que tienes que crear tus propias herramientas
Y luego cuanto más vas conociendo
Derrepente empiezas a ser consciente de que otros no solo usan otras herramientas
Sino que sus laberintos son diferentes
Y cuando miras hacia atras
Te das cuenta de que tu laberinto es distinto a como era antes
....
Ese laberinto forma parte de la locura
Tuya
Mia
De todos
Y hay gente que esta encerrada en una habitacion
Mirando por una ventana
Y hay otros cuyo laberinto son ciudades
Y hay gente capaz de crear laberintos que son galaxias y universos
Porque la propia locura... el propio conocerse a si mismo
Al principio es salir de un laberinto y luego...es acabar craeandolo
.
.
.
jueves, 30 de septiembre de 2010
martes, 14 de septiembre de 2010
¿Qué esperais de nosotros?
Esperais que sea perfecto,
Esperais que sea guapo,
Esperais que sea atento,
Esperais que sea divertido,
Esperais que sea decente,
Esperais que sea moderno,
Esperais que sea distinto,
Esperais que sea diferente,
Esperais que sea honrado,
Esperais que sea cuidadoso,
Esperais que sea honesto,
Esperais que sea especial,
Esperais que sea admirado,
Esperais que sea modesto,
Esperais que sea sexy,
Esperais que sea inteligente,
Esperais que sea demasiadas cosas...
Y luego cuando llega, y está delante de vosotras, no lo veis... y seguis buscando lo que no vais a encontrar jamas... porque no sois capaces de verlo...
Ains...
Que simple es la perspectiva desde el otro lado de la moneda...
Esperais que sea guapo,
Esperais que sea atento,
Esperais que sea divertido,
Esperais que sea decente,
Esperais que sea moderno,
Esperais que sea distinto,
Esperais que sea diferente,
Esperais que sea honrado,
Esperais que sea cuidadoso,
Esperais que sea honesto,
Esperais que sea especial,
Esperais que sea admirado,
Esperais que sea modesto,
Esperais que sea sexy,
Esperais que sea inteligente,
Esperais que sea demasiadas cosas...
Y luego cuando llega, y está delante de vosotras, no lo veis... y seguis buscando lo que no vais a encontrar jamas... porque no sois capaces de verlo...
Ains...
Que simple es la perspectiva desde el otro lado de la moneda...
martes, 7 de septiembre de 2010
AS PIAS 2010
Una cronica de pesca de Paula Morán Ortín:
Satélite a las 10:45 (1.47 a.m.) Los cupos están completos. Han trajinado sus trajes y han disparado sus disparates. Frases hechas. Frases tópicas, típicas, utópicas. Las estaciones pausan su curso, reclaman su rancho y gotean hasta el cambio.
Cuervo duerme, y su cuerpo dormido grazna al hastío que esparce virutas de espuma que reparten muestras de insolencia en el silencio.
Telebolla nace rápido y vive fugaz. Gorras y sonrisas para alimentar los elementos. Azúcar y minidragones se esconden en el suelo que Otoño tapiza de clorofila seca y carroñas de tiempo de sueños estivales. Verano enreda en su red desdobles de rumbo, ansias de triunfo y burbujas de tiempo donde se condensan ciudades sin cosquillas.
Cuervo aguarda, insolente ante Soberbia, quien domina las entrañas del tiempo y arista los restos calcinados de sus ventanas donde los sucesos se rasgan y caen al suelo, y no suceden.
Invierno es solitario y calla con risas, posibles revoluciones. Y es quien cree que todo es tiempo, que nada dice mirar como ve, que entretiene sus dedos desligando errores y fracasos. Y su carcasa cae. Y su reloj aumenta.
Las estaciones atrapan sorbos que nutren relojes de oportunidades con espirales, arenas y promesas Temblar. Hasta que el miedo inunde cada una de las espinas. Nada más humillante que estar en el fango de una genética grandiosa. Los minidragones prefieren el calor para servir su venganza y Verano no hace sino golpear suspiros contra el puente del cambio. Todo comienza con los huesos y, tras ello, el ser se cubre de escamas. Y el reloj de Verano se llena de risas y castillos a medio construir. De castillos a medio destruir. Que quizás no sean de esos sueños que pesan.
Primavera cubre su juventud con miradas de ladrón y dispara pisadas a los tópicos, hijos bastardos de la estadística. Y pincha con amor los minidragones de Verano. Y rugen los sonidos que Telebolla silva en su madurez y resuenan a lo largo del cambio.
Verano logra arrancar una pizca al infinito pero llora lástima de existencias por imaginar y son Otoño y Primavera quienes desligan el grano de su lazo y lo introducen en su correspondiente reloj.
Cuervo cuenta los despertares que rielan en el cambio y reduce los sonidos que retumban al choque con su cuerpo. Su lienzo tiembla de frío y fiebre y el infinito reluce entre sus dedos, que tergiversan realidades, que descubren cuentos.
Pero son los dedos de Invierno quienes hilan la distancia y rescatan sueños de esos que pesan. De esos que llenan ciudades, mentes y cuerpos y arrancan giros que obedecen al deseo y manejan los destinos de los hombres.
Satélite a las 10:45 (1.47 a.m.) Los cupos están completos. Han trajinado sus trajes y han disparado sus disparates. Frases hechas. Frases tópicas, típicas, utópicas. Las estaciones pausan su curso, reclaman su rancho y gotean hasta el cambio.
Cuervo duerme, y su cuerpo dormido grazna al hastío que esparce virutas de espuma que reparten muestras de insolencia en el silencio.
Telebolla nace rápido y vive fugaz. Gorras y sonrisas para alimentar los elementos. Azúcar y minidragones se esconden en el suelo que Otoño tapiza de clorofila seca y carroñas de tiempo de sueños estivales. Verano enreda en su red desdobles de rumbo, ansias de triunfo y burbujas de tiempo donde se condensan ciudades sin cosquillas.
Cuervo aguarda, insolente ante Soberbia, quien domina las entrañas del tiempo y arista los restos calcinados de sus ventanas donde los sucesos se rasgan y caen al suelo, y no suceden.
Invierno es solitario y calla con risas, posibles revoluciones. Y es quien cree que todo es tiempo, que nada dice mirar como ve, que entretiene sus dedos desligando errores y fracasos. Y su carcasa cae. Y su reloj aumenta.
Las estaciones atrapan sorbos que nutren relojes de oportunidades con espirales, arenas y promesas Temblar. Hasta que el miedo inunde cada una de las espinas. Nada más humillante que estar en el fango de una genética grandiosa. Los minidragones prefieren el calor para servir su venganza y Verano no hace sino golpear suspiros contra el puente del cambio. Todo comienza con los huesos y, tras ello, el ser se cubre de escamas. Y el reloj de Verano se llena de risas y castillos a medio construir. De castillos a medio destruir. Que quizás no sean de esos sueños que pesan.
Primavera cubre su juventud con miradas de ladrón y dispara pisadas a los tópicos, hijos bastardos de la estadística. Y pincha con amor los minidragones de Verano. Y rugen los sonidos que Telebolla silva en su madurez y resuenan a lo largo del cambio.
Verano logra arrancar una pizca al infinito pero llora lástima de existencias por imaginar y son Otoño y Primavera quienes desligan el grano de su lazo y lo introducen en su correspondiente reloj.
Cuervo cuenta los despertares que rielan en el cambio y reduce los sonidos que retumban al choque con su cuerpo. Su lienzo tiembla de frío y fiebre y el infinito reluce entre sus dedos, que tergiversan realidades, que descubren cuentos.
Pero son los dedos de Invierno quienes hilan la distancia y rescatan sueños de esos que pesan. De esos que llenan ciudades, mentes y cuerpos y arrancan giros que obedecen al deseo y manejan los destinos de los hombres.
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