Ciencia Ficción I

Año 2098.

-¿Es que no lo entendeis? No quiero dedicarme al negocio familiar. Tengo claro qué me gusta y no estoy dispuesto a entregaros mis sueños en bandeja para que despues los tireis a la recicladora.
-Pero tu futuro...
-No es sólo tu futuro. Piensa en que Jennifer...
-Piensa en Jennifer, piensa en Jennifer... no sabeis decirme otra cosa.
-Sólo son cinco años hijo, luego puedes hacer lo que quieras.
-Esos cinco años no son tuyos mama. Es facil decirlo para ti. Tu sabes que vas a pasarte esos cinco años dedicada a convertir cerdos en pingüinos y que te gusta, porque vives para eso y es no sólo tu especialidad sino tu VOCACIÓN.
-Yueng no hables asi a tu madre, no te lo consiento.
-Ya estoy harto me voy a ir de casa y voy a montar mi propio negocio de montaje y reparación de valvulas de ferrofluido...


Más tarde en la plaza de la relatividad.

-¿Y les has dicho que te ibas a ir de casa?
-Si, y les he explicado mis opiniones acerca de sus baños en litio.
-Jajaja ¿y que vas a hacer ahora?
-No tengo ni idea ¿Sabes de algun sitio donde pueda dormir barato?
-Preguntale a Jennifer.
-Dejame en paz estoy harto de Jennifer.
-Pero ella...
-Si, conozco la cantinela, ella tiene la solución a todo. Conoce todas las respuestas, pero no es verdad...


Esa noche.

-Jennifer, dime ¿estoy haciendo lo correcto?
-¿En que aspecto de tu vida?
-¿Hago lo correcto viniendo a este hotel de mala muerte a vivir pudiendo estar en casa con mis padres? ¿Hago lo correcto dedicando mi vida a los ferrofluidos? Dime Jennifer ¿Hago lo correcto?
-¿Eres feliz con tu decisión?
-Si
-Entonces estás haciendo lo correcto.
-Gracias Jennifer.

Yueng metió a Jennifer debajo de la almohada antes de dejarse llevar por el sueño...