La concentración es algo desagradable

La concentración es un fenomeno desagradable. Significa que estas atento a algo. Que estás focalizando tu concepción del mundo. La recepción de estimulos se ve limitada al sujeto de tu concentración.

Cierras las puertas de los sentidos. Acotas el campo de acción de tu existencia.

Cuando te concentras para crear, no lo piensas. Simplemente sucede. En esos momentos tu alrededor da igual. La inspiración toma el poder, y te embriaga, te inunda, te emborracha.

Tu sangre arde inspiración.

Si alguien entra en ese momento. Descoloca tu equilibrio creativo. Rompe la perfección que estas buscando. El equilibrio que supone crear. El sentirte afinado con el mundo a su nivel de vibración más elemental.

Eso es bonito.

Pero sigo opinando que la concentración es un fenomeno desagradable. ¿Acaso no sucede lo mismo con el nacimiento? Es un proceso precioso, algo bello sin duda. Pero no por eso deja de ser desagradable un nacimiento. Tanto para el hijo, como para la madre.

La concentración implica inevitablemente cerrar la puerta al resto de sentidos. Cortar los caminos de entrada e incluso de salida al resto de receptores.

La concentración es algo desagradable.

Cuando te concentras por gusto propio puede ser un proceso interesane, creativo, clarificador y equilibrante. Pero cuando es la situación la que te hace concentrarte obligatoriamente. Cuando pierdes el control sobre tu concentración, te metes de cabeza en el embudo de la concentración mal enfocada.

Además de ser un proceso desagradable, es dificil salir de ahi, porque la propia situación te tapona los sentidos para recibir estimulos externos a la propia situación.

Es horrible cuando un sentimiento que deseas, te gusta, y puedes disfrutar plenamente, se encuentra lejos de lo que el momento te permite percibir.

Toda una pena...